La rehabilitación energética de edificios se ha convertido en una prioridad dentro del sector de la construcción. No se trata solo de mejorar el confort o reducir el consumo, sino también de dar respuesta a un marco normativo cada vez más exigente que impulsa la sostenibilidad y la reducción de emisiones. En este escenario, el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) se posiciona como una solución clave, tanto por su eficacia como por las oportunidades de financiación que facilita.
Normativa y exigencias actuales en eficiencia energética
En España, el Código Técnico de la Edificación (CTE) marca las pautas para alcanzar un mayor nivel de eficiencia energética en obra nueva y rehabilitación, con especial atención al Documento Básico de Ahorro de Energía (DB-HE).
A ello se suman las directivas europeas sobre eficiencia energética de edificios, que persiguen la descarbonización del parque inmobiliario y el cumplimiento de los objetivos de edificios de consumo casi nulo (nZEB). Estas normativas exigen intervenciones que mejoren el aislamiento de la envolvente, lo que convierte al SATE en una de las soluciones más adecuadas.
SATE como respuesta eficaz en rehabilitación energética
El SATE actúa directamente sobre uno de los puntos más críticos del edificio: la fachada. Al reducir de forma notable la transmitancia térmica, permite disminuir la demanda energética de calefacción y refrigeración. Esto se traduce en:
Beneficios del SATE en edificios
- Ahorro económico en facturas energéticas.
- Mejora de la calificación energética de los inmuebles.
- Mayor confort térmico en el interior durante todo el año.
Subvenciones y ayudas disponibles para SATE
Una de las grandes ventajas de apostar por el SATE en rehabilitación es la posibilidad de acceder a programas de financiación:
- Fondos Next Generation EU, canalizados a través de convocatorias de comunidades autónomas y ayuntamientos.
- Ejemplos regionales como las ayudas a nivel de edificio en la Comunitat Valenciana o la convocatoria de la Región de Murcia.
- Programas nacionales como el PREE – Plan de Rehabilitación Energética de Edificios del IDAE.
Estas subvenciones pueden cubrir un porcentaje significativo de la inversión, siempre que se acredite una mejora en la eficiencia energética y una reducción de la demanda del edificio. De esta forma, el retorno económico de la instalación del SATE se acelera y el edificio gana en valor y sostenibilidad.
Ventajas añadidas del SATE en la rehabilitación energética
Más allá de la eficiencia y las ayudas económicas, el SATE aporta beneficios adicionales:
- Revalorización del inmueble tras la intervención.
- Mejora de la estética y protección de la fachada.
- Contribución a la sostenibilidad urbana, alineándose con los objetivos de reducción de emisiones.
Conclusión: SATE, normativa y ayudas que marcan la diferencia
El SATE es mucho más que un sistema de aislamiento. Es la herramienta que permite a propietarios, comunidades y promotores cumplir con la normativa, acceder a subvenciones y, al mismo tiempo, disfrutar de edificios más confortables y sostenibles. Una solución de regarsa que combina técnica, eficiencia y rentabilidad en un momento clave para la rehabilitación energética.